La revolución digital ha alcanzado todos los rincones del ámbito laboral, y la selección de personal no es la excepción. Prueba de ello fue la mesa de diálogo “La evolución del reclutamiento: de las pruebas proyectivas a la inteligencia artificial (IA)”, organizada por la Universidad Humanitas con la participación de dos expertas del sector: Patricia Rodríguez y Claudia Castellanos Martínez, profesionales en psicología organizacional y referentes en selección de talento.
El evento no solo reunió a futuros psicólogos y especialistas en recursos humanos, sino que abrió un espacio de reflexión sobre cómo los métodos tradicionales han dado paso a nuevas formas de evaluar y captar talento. Desde el uso de la prueba proyectiva del “hombre bajo la lluvia” hasta entrevistas impulsadas por IA, la conversación exploró tensiones, aprendizajes y oportunidades del presente.
De pruebas proyectivas a plataformas inteligentes: un cambio inevitable
Durante la sesión, quedó claro que los procesos de selección han evolucionado notablemente en los últimos 10 años. “Antes hacíamos todo con papel, lápiz y mucha paciencia”, comentó la profesora Rodríguez. “Hoy, las pruebas se realizan en línea y se analizan con inteligencia artificial”.
Sin embargo, esta transformación no implica renunciar a lo humano. Las intervinientes enfatizaron que, aunque la IA agiliza procesos, filtra datos y mejora la precisión de los indicadores, siempre debe estar supervisada por especialistas que garanticen la ética, la calidad y la pertinencia de cada evaluación. “Somos nosotros quienes programamos la IA. Nunca sustituirá al psicólogo; es una herramienta, no un reemplazo”, remarcó Claudia Castellanos.
También se abordó el valor residual —aunque específico— de las pruebas proyectivas. “Aún son útiles en contextos clínicos o perfiles muy concretos como el criminológico. Pero en procesos masivos de selección, ya no resultan viables”, concluyeron.
Lo que dicen las voces del futuro: entre la actualización y la oportunidad
Entre el público, la reflexión también dejó huella. Una persona candidata próxima a egresar compartió su entusiasmo por el tema: “La inteligencia artificial nos abre nuevas puertas. Acorta tiempos, aporta información que antes no veíamos y permite mejorar la selección”. Para ella, la mesa supuso un cambio de perspectiva: “Antes pensaba en procesos más tradicionales. Hoy entiendo que la IA no es el enemigo, sino una aliada”.
Y como futura profesional en un mundo laboral cada vez más tecnológico, también lo ve con optimismo: “Es una forma más accesible y justa de buscar oportunidades. Pero claro, también hay que investigar, aprender y adaptarse”. Su testimonio refleja el sentir de toda una generación que se prepara para incorporarse a un mercado laboral en plena transformación.
El futuro de la selección: digital, ético y humano
Lo que quedó claro en la conversación es que el futuro de la selección de personal no es exclusivamente tecnológico ni enteramente humano: es híbrido. El papel del psicólogo y del profesional de selección evoluciona hacia el análisis ético, la lectura crítica de datos y el desarrollo de competencias como la empatía, la observación y la toma de decisiones basadas en evidencia.
Como apuntó la profesora Rodríguez: “El criterio clínico sigue siendo indispensable. Hay detalles que una máquina no puede captar: microexpresiones, lenguaje corporal, intuiciones que nacen de la experiencia”.
La sesión concluyó con una invitación a mantenerse en constante formación, a especializarse, a colaborar con otras disciplinas y, sobre todo, a no perder el centro: la persona. Porque aunque los algoritmos aprendan rápido, todavía no saben lo que siente una persona candidata al subir su vídeo o enfrentarse a una entrevista. Y ahí, en ese detalle, es donde la psicología sigue marcando la diferencia.